Los jaguares tienen varias adaptaciones para asegurar su supervivencia, y una de las más notables son sus abrigos manchados. Otra adaptación es su capacidad para nadar en áreas de fuertes lluvias.
La mayoría de los jaguares tienen un pelaje marrón anaranjado con manchas oscuras, pero algunos tienen un abrigo negro sobre negro para ayudarlos a esconderse de la presa hasta que estén listos para saltar. El pelaje manchado del jaguar actúa como una forma de camuflaje en áreas pantanosas y selvas tropicales. Este animal tiene un tipo único de mancha llamada la roseta. A diferencia de otros tipos de manchas, la roseta tiene manchas más pequeñas en su centro.
Los jaguares también son excelentes nadadores, lo que les ayuda a adaptarse a los pantanos y otras áreas con mucha agua. La capacidad de nadar del jaguar hace que sea más fácil coger comida o refrescarse en los días calurosos.
Los jaguares tienen mandíbulas grandes y fuertes y una excelente visión nocturna. Sus fuertes mandíbulas les ayudan a perforar los cráneos de sus presas. Debido a que los jaguares a menudo matan a sus presas con un mordisco en la parte posterior de la cabeza, se les llama "crujientes occipitales".
La buena visión nocturna es una necesidad para los jaguares que viven en bosques oscuros. Sus retinas tienen una capa reflectante especial y están compuestas por muchas células de varilla. Los jaguares también tienen pupilas grandes. Todas estas características hacen que sea más fácil para los jaguares cazar de noche y ver a sus presas en las zonas de caza oscuras.