Las fracturas óseas en caninos se definen como "abiertas" o "cerradas". Una fractura abierta es una herida más profunda y grave que revela el hueso que se encuentra debajo. Si el hueso es visible y está expuesto, esto es una clara indicación de que un perro ha sufrido un hueso roto.
Los signos comunes que indican que un perro ha sufrido de una extremidad rota incluyen cojear; gimiendo o llorando, lo que indica que el perro tiene un dolor severo; hinchazón de la zona afectada; incapacidad para soportar el peso; Y obvia deformidad de la pierna. Las deformidades que resultan de huesos rotos pueden ser fácilmente pasadas por alto. A menudo, las piernas rotas aparecen más cortas de lo que son naturalmente. Examine cuidadosamente la pata del perro desde la distancia para asegurarse de que el hueso está roto.
Las principales causas de fracturas de huesos en los perros son accidentes de tráfico o de tráfico y caídas desde grandes alturas. Si un perro ha estado en alguna de estas situaciones recientemente, es más probable que hayan sufrido una fractura en el proceso.
Notablemente, estos síntomas no siempre son indicativos de una pierna rota real. Las lesiones musculares, de ligamentos y tendones pueden causar un comportamiento similar en los perros y son igualmente comunes. Siempre consulte a un veterinario si tiene alguna duda.