Según Weather Underground, las proyecciones de trayectoria de huracanes son el resultado de múltiples programas de modelado por computadora que tienen en cuenta grandes cantidades de datos atmosféricos sobre la tormenta. Algunos modelos utilizan solo las condiciones atmosféricas actuales en sus cálculos. mientras que otros toman en cuenta los datos históricos sobre tormentas pasadas y las formas en que se movieron para anticipar posibles caminos de tormenta.
El pronóstico de huracanes comienza con la recopilación de datos. Los satélites, las estaciones meteorológicas terrestres y marinas y los sobrevuelos aéreos de huracanes proporcionan a los meteorólogos datos actualizados periódicamente sobre las condiciones en y alrededor de la tormenta. Además, los meteorólogos pueden tener en cuenta datos regionales, como el movimiento de la corriente en chorro y los frentes de alta y baja presión que pueden afectar la trayectoria de la tormenta.
Hay más de tres docenas de modelos de computadora que el Centro Nacional de Huracanes puede usar para trazar el camino de un huracán. Debido a las variaciones de cada modelo, como el peso de ciertas variables, los datos proporcionados por estos modelos pueden variar significativamente. La mayoría de los modelos ofrecen una imagen razonablemente precisa de las siguientes 24 a 48 horas de actividad de un huracán, pero más allá de ese umbral, las variables pueden hacer que los modelos no estén de acuerdo y sugerir caminos muy diferentes para la tormenta. El Servicio Meteorológico Nacional compara todas estas pistas, considerando las que han sido más precisas en el pasado. El resultado es una proyección en forma de cono que muestra la posición más probable del ojo de la tormenta en un momento dado en los próximos cinco días.
