La emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera provoca el calentamiento global. Estos gases, que incluyen óxido nitroso, metano, clorofluorocarbonos y dióxido de carbono, bloquean el calor irradiado de la Tierra. El calentamiento global provoca inundaciones, erosión del suelo, sequía y aumento de los niveles del agua del mar.
La capa de ozono se encuentra a unos 20 a 30 kilómetros sobre el nivel del mar. Proporciona una capa protectora que evita que los dañinos rayos ultravioleta del sol lleguen a la Tierra. Las actividades de destrucción ambiental, como los químicos, las actividades humanas y la liberación de cloroflourocarburos a la atmósfera, desencadenan el agotamiento de la capa de ozono. Los rayos ultravioleta conducen a enfermedades de la piel, menor producción agrícola y muerte de la vida acuática.
Las actividades humanas que aumentan los niveles de dióxido de carbono y otros gases que atrapan el calor en la atmósfera provocan el cambio climático. Un aumento en la temperatura del aire aumenta la evaporación de los cuerpos de agua y afecta la vida marina. También degrada las fuentes de agua.
El uso constante de pesticidas e insecticidas da como resultado la degradación de la tierra. Hace que el suelo sea infértil y afecta el crecimiento de las plantas. La eliminación de desechos químicos industriales también afecta la calidad del suelo.
La destrucción ambiental causa varias enfermedades que afectan la salud humana. Por ejemplo, la contaminación del aire causa problemas respiratorios, como el cáncer de pulmón y el asma. La contaminación del aire también causa directa o indirectamente varias enfermedades cardiovasculares.
