Los mamíferos se mueven utilizando músculos contráctiles que tiran contra los puntos de sujeción en sus rígidos esqueletos internos, lo que hace que los huesos cambien de orientación entre sí alrededor de articulaciones específicas. Esta contracción muscular afecta directamente el movimiento, ya el músculo tira de forma lineal en la dirección en que el mamífero quiere que los huesos se muevan. Este método de movimiento es compartido por todos los vertebrados con esqueletos internos.
Los mamíferos utilizan este método de movimiento es una variedad de formas que les permiten gatear, trepar, correr, saltar, volar y nadar. Cada uno de estos movimientos también tiene varias variaciones, excepto el vuelo que, entre los mamíferos, se realiza solo por murciélagos. Los mamíferos se encuentran en casi todas partes de la Tierra donde el aire es accesible. Su diseño musculoesquelético funciona tan bien que los animales más grandes en la tierra y en el agua son los mamíferos.
Sin embargo, este no es el único tipo de movimiento en el reino animal. Los artrópodos, como los cangrejos y los insectos, tienen un exoesqueleto y usan puntos de sujeción en estas conchas, en lugar de en los huesos internos, como base para el movimiento. Debido a esta orientación, los músculos artrópodos en realidad tiran de la manera opuesta a la que necesitan para moverse la articulación, en lugar de en la misma dirección que con un esqueleto interno.