Saturno se formó de acuerdo con uno de los dos modelos: el modelo de acreción central, que establece que los planetas se formaron con el tiempo a través de fuerzas gravitacionales que juntan los materiales, o el modelo de inestabilidad del disco, que establece que grupos de polvo y gas se fusionan Rápida y progresivamente formó un planeta.
El modelo de acreción central describe la formación de planetas como Saturno a partir de una nebulosa solar, compuesta de polvo y gas que se derrumbó a través de la gravedad para formar el sol. El resto del material fusionado. Materiales más duros y densos formaron los planetas rocosos, mientras que el hidrógeno y el helio fueron barridos más lejos para formar los gigantes gaseosos, como Saturno. La composición de Saturno incluye principalmente hidrógeno con algo de helio. Con el núcleo denso de Saturno, la gravedad del planeta atrajo más elementos a su órbita. Durante esta formación, Saturno no pudo absorber todo el material roto, que posteriormente orbitó el planeta en un sistema de anillos. El modelo de acreción central indica que la formación de un planeta lleva varios millones de años.
El modelo de inestabilidad del disco describe el desarrollo de Saturno a través de la unión de grupos de polvo y gas al principio de su formación. A diferencia del acreción del núcleo, este modelo sucedió en un período de tiempo más corto, lo que permitió a Saturno desarrollar su núcleo rápidamente, capturar gases más ligeros rápidamente y alcanzar una masa lo suficientemente estable como para evitar las propias fuerzas gravitacionales del sol.