Conserve una muestra de mariposa relajando, sujetando y secando la muestra. La relajación y el secado son necesarios para evitar que la muestra se rompa o se moldee en el futuro.
Recolecta mariposas para preservarlas localizando especímenes muertos o matando humanamente ejemplares vivos. Si usa una eutanasia humana, apriete ligeramente el tórax entre el pulgar y el dedo. Esto aturde y mata rápidamente a la mariposa y evita que se dañe la muestra. Para evitar el paso relajante del proceso de conservación, coloque la muestra en un sobre y colóquela en el congelador hasta que llegue el momento de montarla.
Cuando se trabaja con un espécimen que ya está seco, es necesario relajarse para evitar que se vuelva quebradizo y quebradizo. Simplemente coloque la muestra en un recipiente de vidrio o plástico con una toalla de papel húmeda y un antiséptico. Los productos antisépticos previenen el crecimiento de moho y se fabrican específicamente para la preservación de muestras, pero los desinfectantes domésticos también funcionan. Relaje un espécimen pequeño por dos días y un espécimen grande por hasta una semana.
Cuando la muestra esté lista para ser clavada, empuje un alfiler de insecto a través del tórax y entre las alas, y asegure el alfiler a una tabla de montaje. Doble las alas hacia abajo con tiras de papel, y fije el papel al tablero de montaje. Tenga cuidado de no tocar las alas, ya que esto daña las escamas de las coloridas alas. Coloque la muestra en un lugar fresco y seco, y deje que se seque durante una semana. Una vez que está seco, el espécimen está listo para mostrarse en un cuadro de sombra o en una pantalla de domo.