Los suplementos de magnesio que se disuelven fácilmente en líquidos son mejores que los que son menos solubles, ya que el estómago los absorbe más fácilmente, informa el Instituto Nacional de la Salud. Los estudios demuestran que las formas de lactato, cloruro, citrato y aspartato de magnesio se absorben mejor que el sulfato de magnesio u óxido de magnesio. Aunque el cuerpo elimina el exceso de magnesio de los alimentos a través de la orina, los consumidores deben evitar los suplementos de magnesio que contienen más de la cantidad máxima diaria recomendada, debido a los posibles efectos secundarios.
Para individuos saludables, la ingesta diaria máxima recomendada de magnesio a través de suplementos es de 65 miligramos para niños de uno a tres años, 110 miligramos para niños de cuatro a ocho años y 350 miligramos para todas las personas mayores de nueve años, según el Institutos Nacionales de Salud. Los síntomas de la ingesta excesiva de suplementos de magnesio pueden incluir diarrea, calambres estomacales y náuseas. Las cantidades extremadamente excesivas pueden causar vómitos, dificultad para respirar, latidos cardíacos irregulares, insuficiencia cardíaca e incluso la muerte. Algunos medicamentos, como los antibióticos y los diuréticos, no reaccionan bien con el magnesio, y los consumidores no deben tomarlos al mismo tiempo que toman suplementos de magnesio.
Muchas personas pueden obtener su cantidad diaria recomendada de magnesio a través de alimentos como vegetales de hojas verdes, legumbres, semillas, nueces y granos enteros, explican los Institutos Nacionales de la Salud. Las personas que pueden experimentar deficiencia de magnesio son los diabéticos tipo 2, los ancianos, las personas dependientes del alcohol y las personas con enfermedades gastrointestinales.