Los moluscos acuáticos, como las almejas y los pulpos, suelen respirar utilizando agallas dentro de la cavidad de su manto. Los moluscos terrestres, como los caracoles terrestres y las babosas, respiran usando su cavidad del manto como un pulmón.
Casi todos los moluscos acuáticos respiran con la ayuda de ctenidia, que son agallas similares en la cavidad del manto. Estos están cubiertos con pequeñas estructuras de pelo llamadas cilios. El movimiento rítmico de los cilios atrae el agua sobre la superficie de las branquias, permitiendo que un molusco acuático respire. Los moluscos terrestres, incapaces de respirar con agallas, han desarrollado una red de vasos sanguíneos capilares en la cavidad palial, y la red funciona como un simple pulmón. El descenso y la elevación del suelo de la cavidad pálida permiten el proceso de respiración.