Los pájaros tienen huesos delgados y huecos para aligerar su peso y facilitarles el vuelo. También tienen un número de huesos más bajo que otros animales porque los huesos se han fusionado.
En algunas especies de aves, el esqueleto en realidad pesa menos que las plumas de las aves. Los huesos huecos o neumáticos están llenos de aire, lo que permite al ave desafiar la gravedad cuando vuela. Otros aspectos del esqueleto de un pájaro también ayudan en el vuelo. Por ejemplo, el ave tiene una columna vertebral fusionada que lo ayuda a mantenerse recto mientras está en el aire. Además, el cúbito de un ave tiene una serie de protuberancias a las que se adhieren plumas de vuelo secundarias, lo que proporciona un soporte estructural que permite al ave atrapar el aire y despegar.