Los métodos que usan los astronautas para respirar en el espacio dependen de la misión, pero generalmente usan electrólisis del agua o oxígeno presurizado de los tanques que se bombean a la atmósfera. Los trajes espaciales y el interior del espacio Las embarcaciones están presurizadas, lo que permite que los pulmones de los astronautas funcionen normalmente.
En las primeras misiones como el programa Apollo, los astronautas dependían principalmente de botes de oxígeno a presión. Sin embargo, la relativa permanencia de la Estación Espacial Internacional requería una solución diferente. Los astronautas en la ISS usan la electricidad de los paneles solares de la estación para separar las moléculas de oxígeno e hidrógeno del agua, creando oxígeno que luego se bombea hacia la estación. El exceso de hidrógeno se ventila en el espacio.
Los astronautas de la ISS tienen opciones de respaldo en caso de que algo salga mal con el equipo de electrólisis. Mantienen un suministro de tanques de oxígeno disponibles. Estos tanques también son la fuente de oxígeno para los trajes espaciales, que se utilizan durante las caminatas espaciales, así como en los despegues y aterrizajes de lanzaderas. Finalmente, los astronautas tienen un suministro de velas de perclorato. Estos son en realidad botes de metal llenos de perclorato de litio. Cuando el astronauta tira de un alfiler, enciende una reacción química que produce oxígeno.
El aire se mantiene limpio y respirable mediante máquinas de monitoreo y filtros, que limpian el exceso de dióxido de carbono y otros gases de desecho del aire antes de que puedan acumularse hasta niveles tóxicos. Estos gases residuales también son expulsados al espacio.