Un diabético puede mantener niveles normales de azúcar en la sangre si se le realiza un análisis de glucosa en la sangre regularmente, mantiene una dieta saludable y toma todos los medicamentos necesarios, explica la Asociación Americana de Diabetes. Estas medidas ayudan a prevenir tanto la hiperglucemia como la hipoglucemia.
Un diabético puede asegurar que su nivel de azúcar en la sangre se mantenga dentro del rango normal al someterse a pruebas periódicas. Existen soluciones de pruebas en el hogar disponibles, explica WebMD. La prueba consiste en pinchar la piel y colocar la sangre en la tira reactiva. Un medidor de glucosa en sangre proporciona una lectura de los niveles de azúcar. Un diabético puede determinar si padece hipoglucemia o hiperglucemia. Con hipoglucemia, debe consumir alimentos con alto contenido de azúcar o tomar los medicamentos recetados. Con la hiperglucemia, el diabético debe tomar inmediatamente un medicamento hipoglucemiante, aconseja la Clínica Mayo. Una dieta equilibrada y el ejercicio regular ayudan a una persona a controlar sus niveles de azúcar en la sangre.
Las pruebas de azúcar en la sangre se deben realizar durante varios momentos del día para detectar anomalías, señala WebMD. Las pruebas específicas se conocen como prueba de tolerancia oral a la glucosa, prueba aleatoria de azúcar en la sangre y prueba de glucosa en plasma en ayunas. Una lectura de azúcar en la sangre de 140 miligramos por decilitro dos horas después de comer se considera normal. Si la persona está en ayunas, las lecturas de menos de 100 miligramos por decilitro se consideran normales. Si se encuentra por debajo o por encima de estos niveles, podría estar presente una afección grave subyacente, aconseja Mayo Clinic.