Lo que la gente elige hacer con su tiempo libre depende de factores tales como intereses personales, ingresos disponibles, movilidad y limitaciones geográficas. Por ejemplo, las personas que viven en áreas montañosas y nevadas pueden disfrutar del esquí como una actividad de ocio, mientras que aquellos que viven en lugares costeros y tropicales pueden preferir aprovechar su paisaje natural a través de actividades acuáticas como el snorkeling, el surf o la navegación. El tiempo de ocio se define como el tiempo que se gasta libre de obligaciones laborales pagadas o no pagadas y no incluye el tiempo no laboral dedicado a tareas personales o cosas que son esenciales para la supervivencia, como dormir o comer.
Además de factores como la geografía y la libertad financiera, la cultura puede tener un gran impacto en cómo las personas pasan su tiempo libre. De hecho, algunas culturas valoran el tiempo de ocio más que otras, por lo que algunas personas valoran el tiempo de ocio menos que otras y pueden dedicar menos tiempo a las cosas que no les interesan en el trabajo. Los hombres tienden a tener más tiempo libre que las mujeres, y los adultos con empleo sin hijos también tienden a tener más tiempo libre que sus contrapartes que tienen hijos. El tiempo libre de un niño puede ser regulado y planeado por un padre o tutor. Las actividades de ocio potenciales incluyen ejercicio o deportes, actividades sociales, leer, ver televisión o jugar juegos.
