La eutrofización ocurre cuando los cuerpos de agua, como los estuarios, los arroyos y lagos que se mueven lentamente, reciben nutrientes en exceso que provocan el crecimiento excesivo de las plantas. Este aumento en el crecimiento de las plantas, a menudo denominado floración de algas, reduce la cantidad de oxígeno disuelto en el agua cuando las plantas muertas se descomponen y causan la muerte de otros organismos.
Hay dos tipos de eutrofización: eutrofización natural y eutrofización antropogénica. La eutrofización está muy extendida en los ecosistemas de agua dulce y desempeña un papel importante en el proceso normal de envejecimiento de muchos estanques y lagos.
La principal causa de la eutrofización antropogénica es la actividad humana. Los nutrientes de los campos fertilizados, céspedes y granjas se depositan en los ríos, arroyos, lagos y océanos cuando llueve. Los nutrientes aumentan la actividad metabólica de las algas, causando una floración de algas. La floración de algas cubre la superficie del agua y evita que la luz llegue a otras plantas. Las plantas que carecen de luz comienzan a morir porque no pueden realizar la fotosíntesis y finalmente se descomponen. Las plantas descompuestas aumentan las bacterias en el agua, lo que disminuye aún más la concentración de oxígeno, y otros organismos vivos comienzan a morir.
La eutrofización también puede ocurrir como resultado de eventos naturales, como el cambio climático y la geología. Sin embargo, la eutrofización natural se incrementa dramáticamente por la actividad humana. La principal diferencia entre la eutrofización antropogénica y la eutrofización natural es que el proceso natural es lento.