Los pandas gigantes se protegen a sí mismos durante las confrontaciones al usar su fuerza física y su capacidad de morder. Poseen molares grandes y músculos de la mandíbula fuertes que pueden producir una mordedura grave si se los provoca. Los pandas gigantes también se protegen a sí mismos al trepar por los árboles si detectan un depredador en las cercanías.
Los pandas gigantes son naturalmente pacíficos y tienden a evitar las confrontaciones, pero ciertamente se defienden cuando no hay otra opción. Expresan agresión mirando directamente a los ojos de sus enemigos mientras mantienen una postura sólida. Los pandas gigantes también usan su fuerza física masiva para aplastar a sus oponentes. El leopardo de las nieves es un enemigo común del panda gigante. Los leopardos de las nieves se aprovechan de los cachorros de panda bebé, pero no suelen atacar si la madre está presente, debido al hecho de que los pandas son bastante agresivos cuando defienden a sus crías.
Los pandas gigantes se consideran una especie en peligro de extinción. Si bien pueden protegerse cuando es necesario, la mayor amenaza para los pandas gigantes es la población humana. Esto se debe al hecho de que los cazadores furtivos y las prácticas ilegales de caza están causando que los pandas gigantes mueran lentamente. Las pandas también están perdiendo lentamente sus hábitats. Los bosques en los que residen los pandas están desapareciendo rápidamente, ya que grandes áreas de tierra han sido despejadas para proyectos agrícolas.