Con demasiada frecuencia, el primer paso que un padre toma cuando el niño se porta mal es castigar al niño. El castigo, sin embargo, rara vez enseña a los niños qué comportamiento deben seguir. En cambio, establecer consecuencias simples por mal comportamiento sin dañar los sentimientos de los niños o avergonzarlos es más probable que provoque un buen comportamiento en el futuro.
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Prepara una lista de consecuencias
Antes de que los hijos se comporten mal, cree una lista de privilegios que pueda eliminar en caso de mal comportamiento. Estos pueden ser los juguetes favoritos o el tiempo de pantalla para los niños más pequeños o el uso de un teléfono celular o un automóvil para los niños mayores.
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Discute las consecuencias con tus hijos
Celebre una reunión familiar para discutir qué comportamiento se espera y qué no se tolera. Explique las consecuencias por el mal comportamiento. Para los niños más pequeños, es mejor si las consecuencias están directamente relacionadas con el comportamiento. Por ejemplo, si los niños están jugando con juguetes al aire libre adentro, podrían perder el acceso a esos juguetes durante 24 horas. La práctica de relacionar una consecuencia con una acción también funciona con niños mayores; un conductor joven puede perder los privilegios de conducir para volver a casa después del toque de queda.
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Mantén la calma cuando se produce un mal comportamiento
No te enojes cuando tus hijos se portan mal. Señala el mal comportamiento. Si elige dar una advertencia, haga que la advertencia sea clara e inequívoca. En la segunda instancia del mal comportamiento, ponga en práctica la consecuencia. Libérese emocionalmente y trate la consecuencia de la manera más natural posible. No haga amenazas si no está preparado para seguir adelante.