Dependiendo de la esponja, los alimentos se obtienen filtrando agua para obtener partículas ricas en nutrientes o atrapando pequeñas criaturas marinas con brazos especialmente adaptados. La mayoría de las esponjas son detritívoras y consumen partículas de escombros y formas de vida microscópicas que flotan su camino.
Las esponjas vivas son muy similares a las esponjas de celulosa utilizadas para el lavado de platos. Sus agujeros o poros abiertos, atraen agua, filtrando para el consumo de partículas. El agua es expulsada de sus cuerpos. Las esponjas se comen usando células adhesivas con forma de embudo que se balancean y arrastran agua a través de la célula. Las células del collar también expulsan los desechos a través de un flagella, una larga estructura de látigo que mantiene la parte del collar de la célula en su lugar. Toda la superficie de la esponja puede absorber alimentos como este, lo que lo convierte en un alimentador altamente eficiente.
Los científicos descubrieron la esponja arpa. Viviendo a 11,000 pies bajo el mar, la esponja Harp fue la primera esponja carnívora que se identificó. Pescan con armas conocidas como paletas, que irradian desde su centro. Cada paleta tiene ramas verticales alineadas con ganchos que atrapan a los pequeños camarones cuando la corriente los lleva. Luego, la esponja envuelve a los camarones en una membrana y los digiere lentamente.
Hay dos divisiones principales de esponja, incrustación y libre. Las esponjas incrustantes tienen cuerpos amorfos, algo sin forma. Se adhieren a las superficies sólidas, como la roca, y crecen en colonias, creando áreas parecidas a alfombras. Las esponjas independientes tienen formas más distintas del cuerpo y vienen en una variedad de formas. La esponja libre más grande es la esponja cilíndrica, que puede soportar más de 6 pies. Debido a que se necesitan aguas ricas en alimentos para permitir que las esponjas crezcan a este tamaño, las esponjas más grandes se encuentran en aguas más profundas que son ricas en vida.