Una persona puede identificar sus fortalezas y debilidades al reflexionar sobre las cosas que les interesa hacer. Una persona puede intentar preguntar a sus colegas, amigos y miembros de la familia si piensan que él o ella tiene Talentos o habilidades especiales en esas áreas particulares. Las fortalezas o debilidades identificadas no tienen que ser actividades; también pueden ser rasgos de personalidad como ser digno de confianza, honesto o un amigo generoso.
La identificación de fortalezas y debilidades puede tomar un poco de tiempo y auto-reflexión. A veces las cosas que a una persona le gusta hacer o sobre las que están interesadas en aprender no son las áreas en las que esa persona es particularmente talentosa. Es importante para una persona hacer un esfuerzo para comprender si una actividad o rasgo de la personalidad puede valer la pena cultivar o perseguir más a fondo, o si debe seguir siendo un pasatiempo. Una vez que una persona tiene claros sus puntos fuertes, puede querer capitalizar las habilidades relacionadas y usarlas para ganarse la vida o ayudar a otros. Una persona no necesariamente tiene que renunciar por completo a las áreas en las que es débil. A veces, si hay suficiente interés, buena voluntad, esfuerzo y un poco de talento, una debilidad puede convertirse gradualmente en una fortaleza.