En la hidra, la respiración se logra a través de la difusión de moléculas de oxígeno y dióxido de carbono a través de la piel. La estructura celular simple de la hidra asegura que las capas de la piel de su cuerpo sean lo suficientemente delgadas para que se produzca la difusión.
En los animales, existen tres tipos principales de sistemas respiratorios: la respiración a través de la piel, la respiración a través de las branquias o la respiración a través de estructuras internas de aire. La respiración a través de la piel, como en la hidra, implica el paso de las moléculas dentro y fuera del cuerpo a través de la difusión. Los animales acuáticos utilizan branquias, que son estructuras compuestas de tejidos y vasos sanguíneos que se extienden desde el cuerpo, para sus necesidades de respiración. La mayoría de los animales terrestres utilizan estructuras aéreas internas, como pulmones o tráqueas, para respirar.