Para eliminar la cerumen, los médicos irrigan el oído afectado inyectando agua o una solución que consiste en agua y solución salina en el oído con una herramienta similar a una jeringa, explica Healthline. Antes de realizar el procedimiento, los médicos determinan la presencia de acumulación de cerumen con un otoscopio, que presenta una fuente de luz y proporciona una vista ampliada del canal auditivo.
Los médicos realizan la irrigación con cera en un entorno clínico, pero los pacientes también pueden realizar el procedimiento en casa utilizando un kit de irrigación que viene con una jeringa de bulbo, según Healthline. El riego en el hogar requiere el uso de elementos como un gotero para insertar aceite mineral, aceite para bebés o un medicamento especial en el oído para ablandar la cera.
El procedimiento consiste en poner varias gotas de aceite o medicamento en el oído dos o tres veces al día durante unos días, afirma Healthline. Cuando la cera se vuelve suave, el siguiente paso es eliminarla con una jeringa que contenga agua o una solución de agua y solución salina.
Otros tratamientos pueden ser necesarios si una persona continúa experimentando síntomas de acumulación de cerumen, como pérdida auditiva a corto plazo, zumbidos en los oídos o dolores de oído, a pesar de la irrigación del oído. Las personas con trastornos que afectan el sistema inmunológico, las trompas en los oídos o los tímpanos dañados nunca deben someterse a irrigación auditiva, ya sea en casa o en un entorno clínico, advierte Healthline