¿Cómo funciona el combustible fósil?

El carbón, el petróleo y el gas natural producen energía de calor cuando se queman. Estos combustibles se formaron con los restos de organismos que existieron hace millones de años. El calor de estos combustibles se utiliza para convertir el agua en vapor, que luego se utiliza para impulsar las turbinas que generan electricidad.

Los combustibles fósiles se crean durante un período de millones de años cuando los restos de plantas y animales se someten al intenso calor y la presión que se encuentran dentro de la corteza terrestre. Los combustibles fósiles han sido una fuente de energía clave para el desarrollo industrial generalizado y se usan comúnmente para impulsar muchos vehículos, además de servir como una fuente de combustible para la generación de energía eléctrica. Los combustibles fósiles también se utilizan para crear asfalto, plásticos y otros materiales.

A pesar de su uso generalizado, los combustibles fósiles tienen varias desventajas que pueden limitar su conveniencia y utilidad. El carbón, el petróleo y el gas natural se consideran recursos no renovables porque la creación de nuevos combustibles fósiles requiere millones de años. Debido a que están compuestos de hidrocarburos, los combustibles fósiles liberan gas de dióxido de carbono, que contribuye al calentamiento global, a la atmósfera cuando se queman. El petróleo y el carbón también producen dióxido de azufre, un gas que contribuye a los problemas respiratorios y la lluvia ácida.