¿Cómo funciona el ciclo del agua?

El ciclo del agua consta de tres etapas. La primera es la evaporación, ya que el calor del sol convierte el agua líquida de los ríos, lagos y océanos en vapor de agua. La segunda etapa es la condensación. Cuando el vapor de agua sube a la atmósfera, se enfría y se condensa en gotas de agua líquida. Las corrientes de viento transportan esta agua como nubes. La tercera etapa es la precipitación, en la que el agua vuelve a caer a la Tierra como lluvia o nieve.

Después de la etapa de precipitación, la mayoría del agua de lluvia y las nevadas encuentran su camino de regreso a los lagos u océanos, donde el ciclo se repite. El agua que cae en las regiones polares o en las altas montañas puede quedar atrapada en el hielo glaciar. Un poco de agua penetra profundamente en el suelo donde ingresa a grandes piscinas subterráneas llamadas acuíferos. El agua en los acuíferos puede permanecer sin ser perturbada durante siglos (aunque cada vez más acuíferos del mundo están siendo explotados para irrigar tierras de cultivo). La mayor parte del resto entra en la biosfera. Los animales, las plantas y la mayoría de los otros organismos dependen completamente del agua para su supervivencia.

Aunque la dinámica del ciclo del agua se conoce bastante bien, los patrones climáticos son muy difíciles de predecir con precisión más allá de unos pocos días. Incluso con el advenimiento de las supercomputadoras, la compleja interacción de las corrientes de viento y océano hace que la predicción del tiempo sea tanto un arte como una ciencia.