Algunos ejemplos de propiedades físicas incluyen elementos como olores, masa, densidad, color, conductividad y volumen. Las propiedades físicas de la materia tienen dos categorías principales: propiedades intensivas y propiedades extensivas.
Las propiedades intensivas son aquellas que no dependen de la cantidad de la sustancia. Una propiedad intensiva está presente sin importar la cantidad de esa sustancia que exista. Las dos propiedades intensivas más comunes son el olor y el color. El lustre es una propiedad intensiva que representa lo brillante que es una sustancia. Los puntos de ebullición, los puntos de fusión y los puntos de congelación son también ejemplos de propiedades físicas intensivas. Estas son las temperaturas que una sustancia necesita alcanzar para cambiar su estado de la materia. La densidad, la maleabilidad, la dureza, la conductividad y la ductilidad también son ejemplos de propiedades intensivas de la materia.
Las propiedades extensas, por otro lado, son aquellas que dependen de la cantidad de una sustancia presente para poder medirlas. La masa, una propiedad extensa, es la medida, generalmente en gramos, de cuánta materia hay en un objeto. De manera similar, el peso es una propiedad extensa y es una medida de la fuerza gravitacional que la tierra tiene sobre un objeto. Por último, el volumen es la medida de la cantidad de espacio que ocupa una sustancia u objeto.