Los pacientes deben hacer cambios en la dieta y el estilo de vida, como controlar el tamaño de las porciones y hacer suficiente ejercicio para evitar subir de peso mientras toman las tabletas de hidrocortisona. Si la enfermedad del paciente dificulta estos cambios, la terapia cognitiva conductual o el cambio a un medicamento alternativo puede ayudar, de acuerdo con Healthgrades.
Los medicamentos más comunes que conducen al aumento de peso son los corticosteroides y los antidepresivos. La hidrocortisona es un corticosteroide recetado para tratar afecciones inflamatorias como la artritis, la dermatitis, el asma, la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, según lo señalado por Healthgrades.
Tomar tabletas de hidrocortisona puede provocar un aumento en el apetito, lo que resulta en un aumento de peso. También alteran la manera en que el cuerpo distribuye la grasa, lo que hace que la grasa se acumule en la cara, el cuello, la espalda y el abdomen. Este efecto secundario depende de la cantidad de hidrocortisona que toma el paciente y la duración del tratamiento. Los pacientes deben perder el peso ganado mientras toman este medicamento en unos pocos meses después de completar el tratamiento, como explica Healthgrades.
La hidrocortisona es una sustancia natural producida por la glándula suprarrenal y disminuye la respuesta del sistema inmunitario a diversas enfermedades para reducir los síntomas como el dolor y la hinchazón. Dado que la hidrocortisona actúa debilitando el sistema inmunológico, también puede disminuir la capacidad del paciente para combatir enfermedades. Esto podría provocar una infección grave, como lo advierte WebMD.