Los terapeutas ocupacionales evalúan una evaluación de la capacidad funcional, o FCE, al analizar el desempeño de un individuo en actividades relacionadas con el trabajo e identificar las habilidades esenciales necesarias para realizar las tareas de manera eficiente, explica la Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Ellos determinan si las habilidades de la persona coinciden con los requisitos de desempeño del trabajo.
Un FCE evalúa la capacidad de una persona para llevar a cabo tareas relacionadas con el empleo, afirma la Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Implica comparar la condición de salud, las funciones corporales y las características físicas del trabajador con las demandas del lugar de trabajo.
Un FCE generalmente comienza con una entrevista, una revisión de registros médicos y un examen musculoesquelético, afirma la Asociación Americana de Terapia Ocupacional. El examen generalmente requiere que el participante realice tareas de empujar, jalar, levantar y otras tareas de manejo de materiales graduadas. También involucra acciones de tolerancia posicional, como pararse, sentarse, caminar y balancearse. Los terapeutas ocupacionales monitorean la tolerancia al dolor durante la prueba y evalúan la resistencia, la destreza y la coordinación de las manos del participante.
Un FCE ayuda a determinar si una persona está en condiciones de volver al trabajo después de una lesión en el trabajo o una enfermedad, señala la Asociación Americana de Terapia Ocupacional. Las personas que desean solicitar los beneficios por discapacidad del Seguro Social también pueden beneficiarse de tomar el examen. La prueba también es útil para cualquier persona que busque servicios de rehabilitación vocacional y estudiantes que reciben servicios de transición de la escuela al lugar de trabajo.