La ionosfera es una capa de la atmósfera de la Tierra que es útil para el hombre porque hace posible ciertas tecnologías de comunicación. Esta capa está ionizada por el resplandor del sol y la radiación cósmica, y esta ionización facilita la propagación de la señal de radio a satélites y lugares distantes en la Tierra. La zona trabaja en armonía con el suelo para guiar la transmisión de ondas de muy baja frecuencia monitoreadas desde estaciones meteorológicas espaciales.
La ionosfera está entre 75 y 1000 kilómetros sobre la superficie de la Tierra. Cuando los haces de alta energía eliminan uno o varios electrones de los átomos dentro de la zona, se produce la ionización y los átomos se cargan positivamente. La energía ionizante proviene de la atmósfera superior del sol, o la corona, que es muy caliente. La región expulsa continuamente plasma, luz ultravioleta y rayos X, aunque solo la mitad de la ionosfera de la Tierra se ve afectada en cualquier momento y muy pocas partículas de plasma llegan a la atmósfera. Cuando no hay interferencia del sol en la noche, la ionosfera es ionizada por los rayos cósmicos de todo el universo. La ionosfera está ionizada de manera irregular, según ScienceDaily. La ionosfera contiene un plasma en el que los electrones libres negativos son atraídos por los iones positivos. Sin embargo, las partículas tienen demasiada energía para mantener su enlace en una molécula eléctricamente neutra.