En 1900, las mujeres no tenían derecho a votar ni a postularse para un cargo. Gran parte de lo que las mujeres podían o no podían hacer lo dictaba su clase social, antecedentes familiares, origen étnico, raza, matrimonio Situación y situación económica.
En 1900, el 85 por ciento de las mujeres mayores de 25 años eran casadas o viudas. La mayoría de las mujeres crecieron imaginando una vida en la que se casarían, cuidarían la casa mientras sus esposos trabajaban y tendrían hijos. Si una mujer tuviera que trabajar, ella enseñaría, cuidaría, camarera, cocinaría, limpiaría o trabajaría en una fábrica.
Las mujeres tenían acceso a la educación en 1900 y asistían a la escuela en cifras récord. Las tasas de alfabetización entre las mujeres superaron a las de los hombres. Las mujeres asistían a las universidades, pero no se les permitía estudiar junto con los hombres.
La educación universitaria fue vista inicialmente como un rasgo positivo para una mujer. Sin embargo, educar a las mujeres provocó una reacción violenta de la comunidad. Las mujeres con educación universitaria tenían menos hijos que otras mujeres y se casaron más tarde en la vida, si es que lo tenían. El papel tradicional de las mujeres estaba siendo desafiado.
En 1900, la Asociación Nacional Americana de Sufragio de Mujeres (NAWSA, por sus siglas en inglés) trabajó para dar a las mujeres igualdad de derechos. Wisconsin fue el primer estado en permitir a las mujeres derechos de voto parciales, así como el derecho a postularse para un puesto en la junta escolar. Sin embargo, no se otorgaron todos los derechos de voto hasta 1920.