No hay forma de evitar por completo que los perros babeen, especialmente las razas que tienen labios sueltos y pesados, como los perros basset. El babeo anormal puede ser causado por una variedad de problemas médicos o psicológicos, por lo que tratar la causa raíz es la única manera de detenerlo.
Los perros tienen un total de ocho glándulas salivales. Estos pueden lesionarse durante peleas con otros perros o traumas similares, lo que puede resultar en un exceso de salivación. También pueden desarrollar tumores o quistes. El tratamiento para estas afecciones generalmente implica tratar la lesión o cirugía para drenar el quiste. Si es incurable o la glándula está severamente dañada, se puede extraer la glándula completa.
El babeo es generalmente una respuesta al dolor en la boca, generalmente de un diente dañado o un objeto extraño incrustado en las encías. Esto a menudo se combina con cambios de comportamiento, como la negativa a comer alimentos duros o el perro que sostiene su cabeza de forma extraña mientras mastica, pero no siempre. En estos casos, el babeo debe detenerse cuando un veterinario elimina la causa del dolor.
El malestar estomacal y algunos problemas congénitos, como un esófago agrandado, pueden causar babeo excesivo. Un malestar estomacal crónico a menudo puede tratarse cambiando la dieta del perro, pero los problemas congénitos deben ser tratados por un veterinario.
La aparición repentina de babeo excesivo puede ser causada por enfermedades como el moquillo o la rabia, los efectos secundarios de los medicamentos o la intoxicación, todo lo cual debe ser tratado por un veterinario.
Finalmente, los perros pueden babear cuando están nerviosos, estresados o asustados. Esto puede tratarse eliminando la fuente de su miedo, cambiando las prácticas de manejo y usando medicamentos calmantes en casos graves.