Sacagawea cambió la historia de muchas maneras, debido a su capacidad para comunicarse en diferentes idiomas y traducir el mensaje para Lewis y Clark durante la expedición de explorar la nueva tierra. Fue una de las primeras estadounidenses en cruzar el continente de América del Norte y actuó como una guía de viaje para el equipo.
Fue secuestrada de su país de origen alrededor de 1800 por Hidatsa y fue vendida 3 años después a Toussaint Carbonneau, un cazador de pieles franco-canadiense. Cuando los Estados Unidos recibieron la gran compra de Luisiana de Francia en 1803, el presidente Jefferson contrató a Lewis y Clark para explorar la tierra. La tierra estaba en la misma zona que la casa de Sacagawea, por lo que ella conocía bien el lugar y los hombres estaban vinculados a ella para que los guiara.
Como la única mujer en una compañía de 40 hombres, Sacagawea ofreció mucha asistencia esencial para la expedición. Aparte de su capacidad para comunicarse y traducir otros idiomas, Sacagawea podría encontrar plantas comestibles para el equipo. En un momento dado, su barco volcó y ella guardó algunos documentos importantes, carga y suministros. Su presencia en el equipo representó confianza y paz, porque durante su viaje, nuevas comunidades fueron atraídas a hacerse amigos de ellas cuando las vieron a ella y a su bebé. Durante su viaje de regreso en 1806, ella ayudó al equipo a navegar por las tierras que más tarde se conocerían de forma segura como el Área Histórica de Sacajawea.