El presidente Theodore Roosevelt apoyó la reforma progresista a través de sus esfuerzos para promulgar leyes gubernamentales, de bienestar y de conservación. Las reformas instituidas por su gobierno continúan protegiendo la seguridad y mejorando el bienestar de quienes residen en el Estados Unidos.
De acuerdo con la Fundación Heritage, el presidente Roosevelt comprometió a su administración a poner fin a los fideicomisos que permitieron a las grandes corporaciones industriales mantener el control del comercio. El uso de Roosevelt de la Ley Antimonopolio de Sherman para ganar un fallo contra Northern Securities Company, su presentación de más de 40 demandas antimonopolio, su ruptura de las compañías ferroviarias y petroleras, y su establecimiento de la Comisión Interestatal de Comercio le valieron la reputación un "destructor de confianza". Durante su mandato, Roosevelt también buscó y promulgó activamente las leyes que regulan la inspección de alimentos, drogas y carne, la investigación de las condiciones de trabajo infantil y cuestiones laborales como la responsabilidad del empleador y el salario mínimo.
Otra de las reformas progresivas de Roosevelt fue la conservación de 230 millones de acres de bosques naturales, reservas y hábitats de vida silvestre a través de un sistema de desarrollo, uso y mantenimiento responsable de la tierra. También estableció la designación de sitios importantes y ubicaciones geográficas como monumentos nacionales. Los efectos duraderos del compromiso de Roosevelt con las reformas progresistas se reflejan en las políticas de los presidentes que siguieron sus pasos y trabajaron para mejorar el bienestar público.