La principal forma en que la Luna afecta a la Tierra son las mareas. La Luna desempeña un papel importante en la protección de la Tierra de las rocas espaciales, como los meteoritos. Los efectos más sutiles de la luna incluyen efectos menores sobre el clima, el calor de la corteza y la velocidad de rotación de la Tierra.
El efecto de marea de la luna solo afecta significativamente a los cuerpos de agua más grandes, como los océanos principales. La gravedad de la luna atrae el agua de los océanos hacia ella. A medida que la Tierra gira, la protuberancia se desplaza a través de las diferentes regiones del globo. Las mareas aparecen en ambos lados de la Tierra debido a la fuerza del sol.
La luna es un importante amortiguador entre la Tierra y los cuerpos extraterrestres, que fue más importante durante la formación inicial cuando la Tierra y la Luna estaban más juntas. Sin embargo, la luna se está alejando gradualmente de la Tierra, por lo que su protección es mucho menor que en el pasado.
Los efectos menores no son muy notables, excepto cuando están en una escala muy grande. Por ejemplo, la duración de un día en la Tierra es un poco más larga ahora que en el momento de los dinosaurios. Las fuerzas de la marea también afectan la corteza, lo que contribuye al calor del magma por debajo. Las mareas también mantienen las corrientes oceánicas en movimiento, lo que tiene un pequeño efecto sobre el clima debido al agua fría y cálida que se mueve a través de los océanos.
