El prejuicio afecta más a la sociedad cuando las opiniones discriminatorias se traducen en políticas institucionales, dijo el Dr. Alvin Poussaint, según lo informado por la Biblioteca del Congreso. Dicha política institucional puede llevar a la segregación racial y una calidad de vida inferior para los oprimidos.
El prejuicio puede tener un impacto devastador en la psique de una persona. Por ejemplo, según Poussaint, los afroamericanos se enfrentan a un tremendo estrés al cuestionar constantemente su competencia y, en general, ser tratados como sospechosos. El racismo fomenta la estratificación racial y el descontento social, evitando que las personas que son objeto de racismo se integren plenamente en la sociedad.
El prejuicio puede afectar a los niños a una edad temprana. Un estudio de la Universidad Rush y la Universidad de Yale reveló que los niños pueden albergar opiniones raciales desde los 5 a los 11 años de edad. La investigación, publicada en la revista "Child Development" e informada por Phys.org, llegó a la conclusión de que los niños llevan consigo opiniones perjudiciales hasta la edad adulta, y los viejos estereotipos y suposiciones afectan la forma en que interactúan con personas de diferentes orígenes.
El prejuicio puede tener efectos mucho más insidiosos en la sociedad, como el Holocausto durante el régimen nazi de Alemania, o las masacres y confiscación de tierras de los nativos americanos en la historia de Estados Unidos, según Recuerda, un recurso educativo dedicado a contar la historia del Holocausto y genocidio. Además, las minorías pueden ser chivos expiatorios de las fallas sociales, lo que lleva a una atmósfera sistémica de violencia y aislamiento.