Aparte del teléfono, Alexander Graham Bell también inventó el fotófono y el grafófono. El fotófono fue creado como parte de un proyecto de investigación, mientras que Bell se encontraba en el Laboratorio Volta. La invención pudo utilizar la luz como un método para transmitir sonido sin requerir una conexión por cable.
Si bien el fotófono fue un éxito tecnológico, el producto no se volvió comercialmente viable durante la vida de Bell. El grafófono fue desarrollado para avanzar en la tecnología de grabación y reproducción de sonido. La invención se perfeccionó para uso comercial a través de un esfuerzo de colaboración entre Bell, su primo Chichester A. Bell y Charles Summer Tainter.
