El calcio no tiene olor. Puede tener una tez sólida, gris-blanca o un color más suave, plateado-blanco.
El calcio tiene una superficie dura y quebradiza que puede ser molida en un polvo fino. Existen muchas otras formas de calcio, incluidas las moléculas a base de calcio, que tampoco tienen olor. Un ejemplo es el alginato de calcio, un extracto de carbohidratos naturales de algas marinas, que tiene su propio conjunto de propiedades químicas únicas que lo distinguen del elemento básico del calcio. El alginato de calcio tiene un color diferente al del calcio, que aparece como un polvo cremoso y amarillento. Además de ser inodoro, el alginato de calcio también es insípido y no se disuelve en el agua.