Los bebés de peces dorados, o crías, cambian de negro o gris oscuro al nacer a dorado a la edad de uno. Los factores ambientales influyen en el grado de color que alcanzan.
Un mínimo de 12 horas de exposición constante a la luz natural o artificial ayuda a que los peces se conviertan en oro. Freír con luz insuficiente, permanecer oscuro o volverse gris o blanco. Los factores genéticos, como los padres más oscuros, también afectan la coloración. La coloración oscura al nacer ayuda a estos pequeños peces a escapar de los depredadores del estanque, como los mapaches y las aves. Los peces dorados son carroñeros omnívoros y comen cualquier cosa, aunque la salud general de un pez dorado mejora con la adición de alimentos vivos ricos en proteínas, como los gusanos de sangre, los camarones en salmuera y las larvas de mosquitos.