Los hipopótamos no sudan, pero a menudo se sumergen en el agua para mantenerse frescos durante el día. Producen una sustancia que parece sudor, pero en realidad es un filtro solar natural que se pone rojo al sol. Anteriormente se creía que el líquido era una mezcla de sangre y sudor.
Debido a que los hipopótamos requieren agua lo suficientemente profunda como para sumergir todo el cuerpo, están altamente adaptados a un estilo de vida semi-acuático. Sus ojos y orificios nasales se colocan en la parte superior de sus cabezas para que puedan respirar y ver con una exposición mínima al aire. Además, sus fosas nasales se pueden cerrar para permitir la inmersión completa.