Las serpientes son carnívoras. El alimento específico que consumen depende del tamaño, las especies y el hábitat de las serpientes, pero su presa incluye insectos, huevos, ratones, peces, ranas y lagartos.
Las mandíbulas de las serpientes tienen bisagras que las dejan abiertas y comen presas grandes. Esto permite que algunas serpientes coman animales enormes. Por ejemplo, es posible, aunque no de costumbre, que un pitón ingiera un ciervo, una vaca pequeña o incluso un cocodrilo.
Las serpientes no necesitan comer todos los días. En general, las serpientes de cuerpo delgado comen al menos una vez a la semana. Las serpientes de cuerpo pesado comen con menos frecuencia. La necesidad de alimentarse depende de la edad de la serpiente y del tamaño de la comida. Una pitón o boa suele comer una o dos comidas de buen tamaño al mes.