Algunos de los peores presidentes de los EE. UU. en la historia incluyen a Andrew Johnson y Millard Fillmore, según un análisis de cinco encuestas realizado por los EE. UU. y el Informe mundial. Richard Nixon y George W. Bush fueron otros dos presidentes impopulares.
La historia recuerda a Andrew Johnson, quien se desempeñó como presidente desde 1865 hasta 1869, por su oposición a la Enmienda 14 y la creación de las leyes Jim Crow que oprimieron a los estadounidenses negros. Como resultado de sus políticas impopulares, Johnson pasa a la historia como el presidente impugnado por el Congreso.
Al igual que Johnson, Millard Fillmore también era impopular entre los encuestadores debido a su postura a favor de la esclavitud. Aunque Fillmore pretendía estar en contra de la esclavitud, apoyó la Ley de Esclavos Fugitivos en 1853 que exigía que los estados libres devolvieran a los antiguos esclavos a sus amos. El no hacerlo fue un delito federal. Sus políticas también oprimieron a los inmigrantes católicos irlandeses.
En el análisis de los peores presidentes de los EE. UU. y el Informe mundial, George W. Bush y Richard Nixon empataron en el décimo lugar. Bush, que cumplió dos mandatos en la Oficina Oval desde 2001 hasta 2009, comenzó su primer mandato en el cargo bajo una controversia de conteo de votos, con su oponente ganando el voto popular. Bush se convirtió en el centro de controversia después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 y el posterior despliegue de tropas a Afganistán. Los detractores alegan que las afirmaciones de Bush de que el líder iraquí Saddam Hussein poseía armas de destrucción masiva, la premisa para que Estados Unidos vaya a la guerra, eran falsas
La historia considera a Richard Nixon, quien se desempeñó como presidente desde 1969 hasta 1974, como uno de los peores presidentes debido a su participación en el escándalo de Watergate que involucra a los agentes de su campaña que intentan robar la sede de la Nacional Demócrata. Nixon renunció como resultado del escándalo, manchando su reputación para siempre.