Aunque no existe un tratamiento específico para la enfermedad del hígado graso a partir de 2015, los pacientes pueden tomar medidas para mejorar su condición, como controlar la diabetes, perder peso y evitar el alcohol, según WebMD. el estilo de vida puede evitar que la afección empeore o genere complicaciones.
Los pacientes diagnosticados con enfermedad hepática alcohólica, un tipo de enfermedad del hígado graso, deben dejar de beber alcohol, advierte WebMD. Puede detectarse en algunas personas incluso después de períodos cortos de bebida. Si el paciente no deja de beber, puede desarrollar complicaciones como cirrosis o hepatitis alcohólica.
Las personas con enfermedad hepática no alcohólica, el otro tipo de hígado graso, deben centrarse en perder peso, ejercicio y dieta, aconseja WebMD. El ejercicio regular, evitar los alimentos con alto contenido de carbohidratos y azúcar, y centrarse en comer una dieta saludable puede evitar que la enfermedad del hígado graso empeore. Evitar las bebidas alcohólicas también es beneficioso para las personas con enfermedad hepática no alcohólica.
La mayoría de las veces, la enfermedad del hígado graso no presenta síntomas en sus primeras etapas, afirma WebMD. El análisis de sangre de rutina a menudo revela la condición a través de enzimas hepáticas elevadas. Después de años de tener un hígado graso, los pacientes pueden desarrollar síntomas.
Los síntomas de la enfermedad hepática grasa avanzada incluyen dolor abdominal y parches de piel de color oscuro en el cuello o debajo del brazo, explica WebMD. Otros síntomas incluyen debilidad, náuseas y sentirse cansado.