El diamante es el mineral más duro en la escala de dureza mineral de Mohs, con una calificación de 10, y es cuatro veces más duro que el siguiente mineral en la tabla, el corindón, del cual el zafiro y el rubí son variedades. La escala de Mohs es el sistema más común utilizado para esta medición. Es una escala relativa, que califica la dureza comparativa de 10 minerales comunes y su resistencia al rayado.
La dureza del diamante lo hace muy adecuado para joyería. Debido a que solo otros diamantes pueden rayar un diamante, esta piedra preciosa popular mantiene su pulido particularmente bien. Esto también lo hace ideal para el uso diario prolongado.
Aunque el diamante se identifica como la sustancia natural más dura que se encuentra en la Tierra, no es invulnerable. Si se golpea un diamante a lo largo de una de sus cuatro direcciones de escisión, se puede dividir. Esta característica es importante cuando se monta en joyería.
La dureza de este mineral también lo convierte en una opción popular para usos industriales, tales como herramientas de molienda y corte. Los diamantes se utilizan para cortar, pulir y desgastar todo tipo de otros materiales. Estos son diamantes de grado industrial, que es diferente del grado de gema. Los diamantes sintéticos fabricados se utilizan principalmente para aplicaciones industriales.
Australia, Nueva Inglaterra y Nueva Gales del Sur producen algunos de los diamantes más duros del mundo.
