Cuando el cuerpo produce demasiada sangre, aumenta la cantidad de glóbulos rojos que hacen que la sangre sea demasiado espesa, lo que aumenta el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, afirma el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre. La coagulación sanguínea bloquea la circulación de la sangre en las arterias y venas, lo que lleva a un derrame cerebral y un ataque al corazón. Esta situación se produce como resultado de una enfermedad sanguínea poco frecuente llamada policitemia vera.
La sangre espesa tiende a fluir lentamente en el cuerpo en comparación con la sangre normal, dice el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre. Esto ralentiza el suministro de oxígeno al órgano vital del cuerpo, lo que provoca varias afecciones, como insuficiencia cardíaca y angina.
La médula ósea produce los glóbulos rojos, que manejan el transporte de oxígeno en el cuerpo y la eliminación del dióxido de carbono de las células del cuerpo a los pulmones. Cuando se produce una policitemia vera, la médula ósea produce demasiados glóbulos rojos. La condición ocurre cuando hay una mutación en el gen JAK2 del cuerpo, explica el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre.
La condición crece lentamente en el cuerpo y es posible que no muestre ningún síntoma. Los médicos suelen detectarlo al realizar análisis de sangre para otras afecciones. Pueden aparecer signos debido al aumento del grosor de la sangre.