Los tigres se comunican con una variedad de sonidos, que incluyen un amigable chuff-chuff, un rugido para captar la atención de otros tigres y un silbido o jadeo para invitar a una pelea. A diferencia de algunos de los grandes felinos, como los pumas, los tigres no ronronean porque el desarrollo muscular en la laringe es débil.
Los tigres imitan los sonidos de la presa normal de un oso para atraer al oso y atraparlo en su territorio. Un golpe de la pata de un tigre es lo suficientemente fuerte como para romper la espalda de un oso o romper su cráneo. Mientras muchos gatos ronronean para mostrar satisfacción, un tigre entrecierra los ojos cuando se siente seguro y cómodo.