Los rasgos aprendidos son comportamientos que resultan de la influencia del entorno, en oposición a los rasgos inherentes, que se transmiten automáticamente en el ADN de uno. Un rasgo aprendido común es el uso del lenguaje. Las personas desarrollan este rasgo a lo largo del tiempo al observar cómo otros comunican y aprenden la estructura y los términos.
Los animales y las plantas pueden aprender rasgos similares a los humanos. Las plantas y los árboles pueden crecer de manera diferente o adaptarse a los factores ambientales que hacen que se desarrollen de manera anormal. Muchos animales en la naturaleza aprenden a cazar o encontrar comida a través de la capacitación proporcionada por sus padres. Aprender a andar en bicicleta es otro ejemplo de un rasgo aprendido por los humanos.