Los quistes pancreáticos son bolsas de líquido dentro o en el páncreas, define la Clínica Mayo. La mayoría de estos quistes en forma de saco no son cancerosos y no causan síntomas, pero algunos sí causan complicaciones. Los quistes pancreáticos pueden aparecer en forma de cistoadenoma seroso, neoplasia mucinosa papilar intraductal, cistoadenoma mucinoso o un tumor papilar quístico o de células del islote quístico.
Cuando los quistes pancreáticos causan síntomas, se producen signos como náuseas, vómitos, dolor abdominal persistente o una masa en la parte superior del abdomen, informa la Clínica Mayo. Una persona debe buscar un médico si aparece fiebre y dolor abdominal persistente. La ruptura de un quiste pancreático no canceroso es una emergencia médica, y es necesario un tratamiento de emergencia si aparecen signos como desmayos, vómitos de sangre, dolor abdominal intenso, ritmo cardíaco alterado o disminución de la conciencia.
Los quistes pancreáticos cancerosos pueden ser el resultado de mutaciones genéticas, y los quistes pancreáticos también pueden acompañar enfermedades raras como la enfermedad de von Hippel-Lindau, explica la Clínica Mayo. Los quistes pancreáticos no cancerosos pueden ocurrir por una lesión en el abdomen o después de un ataque de pancreatitis. El análisis de la historia clínica, una resonancia magnética, una tomografía computarizada y una ecografía endoscópica pueden ayudar a diagnosticar quistes pancreáticos, y la ubicación y características de los quistes pancreáticos ayudan a los médicos a determinar el tipo de quiste presente. El tratamiento para los quistes pancreáticos puede incluir monitoreo, drenaje y cirugía.