Los perros tienen la nariz húmeda para mejorar su sentido del olfato y ayudar a regular la temperatura de su cuerpo. La humedad es una combinación de mucosidad y saliva del perro que se lame la nariz.
La humedad de la nariz ayuda a absorber los químicos que causan el olor, permitiendo que el perro detecte incluso olores muy débiles. Los perros tienen glándulas olfativas adicionales en el techo de sus bocas, y cuando se lamen la nariz, ayudan a transferir el olor a esas glándulas. También se lamen la nariz simplemente para mantenerlos limpios. Como los perros tienen muy pocas glándulas sudoríparas, sudan por la nariz. La evaporación del sudor y las mucosas ayuda a mantenerlos frescos durante el calor.
Aunque muchas personas creen que una nariz seca es un signo de enfermedad, eso no siempre es cierto. Algunos perros tienen menos mucosidad o no se lamen la nariz con tanta frecuencia, lo que resulta en una nariz seca. Una nariz cálida y seca es especialmente común después de que un perro ha estado durmiendo. Sin embargo, la sequedad inusual puede ser un signo de enfermedad. La mucosidad espesa o de color o la secreción nasal también son signos de que un perro puede estar enfermo.
El folklore también ofrece explicaciones sobre por qué los perros tienen la nariz mojada. Una popular leyenda cristiana es que uno de los perros en el Arca de Noé encontró una pequeña fuga y usó su nariz para tapar el agujero.