Las contracciones oculares pueden estar relacionadas con la cafeína, el estrés, el alcohol o la fatiga, según WebMD. La contracción es el resultado de un movimiento involuntario en el párpado, que se produce con la frecuencia de intervalos de unos pocos segundos a varios minutos.
Independientemente de su causa, estos movimientos rápidos del ojo son inofensivos y generalmente desaparecen por sí solos.
En casos más graves, los espasmos pueden ser un signo de un trastorno cerebral o nervioso o una afección ocular específica, explica WebMD, que incluye conjuntivitis, sensibilidad a la luz, parálisis de Bell, enfermedad de Parkinson y síndrome de Tourette.
La contracción de los ojos también puede ser un efecto secundario de los medicamentos utilizados para los pacientes de epilepsia o psicosis.