Una biopsia cervical tomada durante un examen de colposcopia causa una leve molestia, pero por lo general no es dolorosa, señala la Clínica Mayo. La mayoría de las personas sienten algunos calambres y presión durante la biopsia.
Durante una colposcopia, la paciente se acuesta boca arriba sobre la mesa de exploración con los pies apoyados, como si tuviera una prueba de Papanicolaou o examen pélvico, informa la Clínica Mayo. El médico inserta un espéculo en la vagina para mantener abiertas las paredes de la vagina, lo que le brinda una mejor vista del cuello uterino. Luego coloca un colposcopio a pocos centímetros de la vulva. Este instrumento especial de aumento ilumina una luz brillante dentro de la vagina y tiene una lente para que el médico pueda examinarla.
El médico usa un hisopo para limpiar el moco en el cuello uterino y en la vagina y utiliza una solución de vinagre para resaltar las células de aspecto sospechoso en el cuello uterino, señala la Clínica Mayo. Si el médico observa células sospechosas, puede realizar una biopsia cervical insertando un instrumento de biopsia en la vagina para recolectar una muestra de células o tejido. Una solución química aplicada en el área de la biopsia minimiza cualquier sangrado causado por la biopsia.
El examen toma de 10 a 20 minutos, señala la Clínica Mayo. Pueden aparecer manchas, sangrado leve o secreción oscura durante algunos días después de la biopsia.