Dr. Martin Luther King Jr. quería poner fin a la discriminación racial y garantizar que todos los estadounidenses reciban el mismo trato independientemente de su raza o género. En su época, la discriminación racial y las desigualdades de diferentes tipos no eran infrecuentes y esto lo llevó a convertirse un activista contra el trato discriminatorio de las diversas razas dentro de los Estados Unidos.
King fue un ministro bautista de Atlanta, Ga., quien se sintió muy perturbado por las desigualdades que existían en los Estados Unidos en su época. Los afroamericanos en general fueron discriminados y no se les permitiría compartir asientos en autobuses o restaurantes con los estadounidenses de raza blanca. Era común presenciar un trato injusto con respecto a cómo se servía a las personas en un restaurante o al subir a un autobús cuando se daba prioridad a las personas blancas.
Habiendo crecido en una región donde tales males eran comunes, King se vio obligado a hacer frente a estas injusticias y usar su influencia para hacer que toda la nación se diera cuenta de su locura. Junto con otros activistas, King organizó campañas de concientización, protestas pacíficas, sentadas y acciones judiciales como tácticas para poner fin a la injusticia y dar paso a una nueva era de derechos iguales entre todos los estadounidenses, independientemente de su raza o género.