El almidón proporciona un almacenamiento de energía a largo plazo para las plantas. La energía para las plantas se encuentra en la molécula de azúcar glucosa. La glucosa que no se usa inmediatamente se puede almacenar en las raíces y semillas como una molécula de ramificación llamada almidón.
El almidón es un polisacárido que en realidad consiste en dos tipos de moléculas: amilopectina y amilosa. La amilopectina consiste en moléculas de glucosa ramificadas unidas entre sí, mientras que la amilosa es más lineal. Los polisacáridos son buenas moléculas de almacenamiento de energía porque pueden descomponerse con bastante facilidad y son más compactos que las moléculas de glucosa.
Una sola molécula de almidón, según el tipo de almidón que sea, puede contener 500 o incluso unos cientos de miles de moléculas de glucosa. Cuando se necesita glucosa para obtener energía, la planta usa enzimas para descomponer el almidón en sus moléculas de glucosa constituyentes.