Hitler prometió anular el Tratado de Versalles, pero también suspender las reparaciones y devolver el orgullo al pueblo alemán, especialmente a las clases medias y bajas. Básicamente, se aprovechaba de sus necesidades y temores. /p>
La idea de Hitler de un gobierno fuerte dio paso a un sentimiento de estabilidad a los ciudadanos alemanes que temían al comunismo. La agitación y las consecuencias del desplome del mercado de valores incluso han llevado a las grandes empresas a contribuir con fondos para ayudar al partido nazi. Alemania se encontraba en un estado de colapso en ese momento, y las ideas de Hitler desviaron la responsabilidad de los judíos y promovieron un nuevo futuro para Alemania.